lunes, 17 de marzo de 2014

Música Clásica de Cine: Arvo Pärt y su "Fratres".

Parece ser que el bueno de Arvo Pärt (1935) se encontraba en un callejón sin salida con su serialismo y dodecafonismo schoenbergiano totalmente demodé y peligrosé (porque a las autoridades soviéticas no les gustaba un pelo esa música), cuando tuvo una revelación como la de San Pablo pero un poco más ortodoxa, porque se dejó una larga barba y comenzó a santiguarse del revés (como Alexander Nevski).

Esto sucedía allá por los años 70.

Abandonó Pärt entonces aquellos ruidosos caminos que no conducían a nada y abrazó la fe de la Iglesia Católica Apostólica Ortodoxa.

Mas abrazar la fe es cosa abstracta y complicada con lo que se decidió a abrazar algo un poco menos etéreo y se puso a abrazar las campanas de las iglesias, inventando de paso la música tintinabular, o sea, la música inspirada en el tañir de las campanas. Y así nos legó el hombre para la posteridad su etapa más famosa, más minimalista, más sacra y más austera.


Pärt economizó armonías, ritmos, instrumentaciones y notas y sintonizó sus oídos con los sonidos de tiempos anteriores a Monteverdi (el primer Barroco) quedando extasiado por el canto gregoriano y el primitivo polifonismo renacentista, así que en 1977 publicó su hermoso Fratres, la obra que vamos a escuchar hoy.

Minimalismo y fe, ¡vaya mezcla!. A priori poco indicada para gusanos. Sin embargo, el tiempo ha demostrado que las campanillas de Arvo Pärt son muy cinéfilas. Varios directores han empleado su música para adornar sus películas. Paul Thomas Anderson para su maravillosa Pozos de ambición (donde podréis escuchar el Fratres en la versión para cello y piano), Michael Moore, Mike Nichols o Gus van Sant se han beneficiado de la belleza de las obras de Pärt para arropar sus, a veces, bellas imágenes. En nuestro país, David Trueba incluyó mucho Arvo Pärt en su resultona Soldados de Salamina; en esta última, además del Fratres, se escucha otra bella composición del músico: Spiegel Im Spiegel, una obra de 1978 que también ha aparecido en muchas películas.

Pero hoy con todos uds. el Fratres de Arvo Pärt en mi versión favorita (Pärt la ha instrumentado mil veces): la versión para violín, cuerdas y percusión.


Disfruten de esta joyita y de una música que, inevitablemente, invita al misticismo.


 

2 comentarios:

El Bueno de Cuttlas dijo...

Muy buenas Sr. Lombri, la verdad es que no tenía ni idea de la existencia de este hombre. Tras escuchar la pieza entiendo que P.T. Anderson lo incluyera en su película, que está llena de este tipo de sonidos (sabía que en parte compuestos por el guitarrista de Radiohead).

El Arvo Pärt este se me parece a un Kubrick eslavo con toque místico, parece su primo con esas barbas.

Por cierto, gracias por el cómic de Calpurnio y su Cuttlas, uno de los más ilustres hijos de Zaragoza.

¡Saludos gusanos!

Rosa Ortega Díaz dijo...

Cuttlas, los Hijos de Aragón lo fueron de Al-Ándalus. Gracias por el sentido del humor gráfico. Nosotros somos más de palabra y menos de dibujos...-

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