jueves, 30 de agosto de 2012

Clásicos Imprescindibles. Mi corazón se abre a tu voz. Camille Saint-Säens.

Una vez más debemos al prestigio, la decisión y el dinero del gran Franz Liszt el que una obra musical tan maravillosa como ésta acabara viendo la luz e iluminara al mundo con el resplandor de su belleza.

Sansón y Dalila es una ópera compuesta por el gran músico francés Camille Saint-Säens (el Vinteuil de Proust) en 1870, pero su premiere recibió una fría acogida que desanimó al compositor. Siete años más tarde, el reestreno, con texto en alemán, fue un éxito y en 1890 vio la luz la versión francesa a la que llevó un tiempo calar en la patria del compositor por su temática bíblica, tan poco del gusto gabacho. Es una ópera irregular pero incluye algunos momentos muy conocidos y vamos a escuchar hoy su bellísimo "Mon coeur s´ouvre a tà voix" del Acto II.  Un aria que comienza diciendo más o menos:

"Mi corazón se abre a tu voz 
como se abren las flores 
a los besos de la aurora..."

Qué hermosura... Despedimos Agosto a lo grande:

martes, 28 de agosto de 2012

El Cebo (1958, Ladislao Vajda). Cuidado con el chocolate suizo.

El húngaro Ladislao Vajda fue un director que trabajó en diversas cinematografías europeas. En nuestro país realizó algunas películas interesantes. La más conocida puede que sea Marcelino pan y vino (1955) que a mí me sigue pareciendo muy entrañable pese a las acusaciones que sobre ella pesan de carca, ñoña, franquista, beata y todo eso. Para que vean que los ateos también tenemos nuestro corazoncito. Aprovechando los ojitos cándidos del niño - actor Pablito Calvo, Vajda rodó, al año siguiente, Mi tío Jacinto, una interesante mezcla de neorrealismo italiano, expresionismo alemán y localismo hispano. Buen cocktail.


No sabemos si Vajda acabó harto de tanto niño, pero el caso es que, en 1958, llevó a la gran pantalla un guión del escritor suizo Friedrich Dürrenmatt que trataba sobre un asesino de niñitas de mirada cándida...

Como España participó en la coproducción de este estupendísimo film, junto con Alemania y Suiza, proclamamos hoy aquí que El Cebo es, sin duda, una de las mejores películas de la historia del cine español, aunque solamente se hable alemán.

Esto es lo que cuenta: En un bosque cercano a un idílico pueblecito suizo se encuentra el cadáver de una niña asesinada. La policía local culpa del crimen a un vendedor ambulante con antecedentes por delitos menores. Todo el mundo cree que se ha hecho justicia. Todos menos al Teniente Matthäi que, renunciando a un nuevo trabajo al que estaba a punto de incorporarse, promete encontrar al verdadero culpable. Para ello trabajará de incógnito en una gasolinera con una familia que tiene una linda hijita. La gasolinera está situada en la misma zona donde actuaba el criminal. ¿Saben ya quién es el cebo?. Una amiga de la víctima le cuenta a Matthäi que su amiguita le hablaba de un mago gigante que le regalaba erizos...



El Cebo aparenta ser un thriller policial de los de agente de la ley persiguiendo a asesino en serie y llevando a cabo una minuciosa investigación, o sea, una película de estupendo ritmo con buenas dosis de intriga y con un obeso tarado que asesina niñas para superar sus complejos y sus frustraciones vitales y sexuales. Y lo es, desde luego, pero, con niños de por medio, El Cebo se me antoja más como una continuadora de los perversos cuentos de los Hermanos Grimm o Charles Perrault, esos cuentos con niños amenazados por bestias con las que ellos solitos tienen que lidiar.

El Cebo es una digna sucesora de  esa obra maestra del cine de Fritz Lang que es M, el vampiro de Düsserldorf (1931) y de otra maravilla del 7º Arte, La noche del cazador (1955) de Charles Laughton, e incluye un pequeño homenaje a la mítica escena de Frankenstein y la niña junto al río. Otro buen cocktail. En fin, es una gozada de imprescindible visionado.

Sean Penn dirigió en 2001 El Juramento, con Jack Nicholson como protagonista. Una nueva visita  a esta historia pero basada, esta vez, en la novela que Dürrenmatt publicó en 1958 y que era una ampliación, mucho más oscura, del guión que había escrito para Vajda. El Juramento es un poco tostón, la verdad, pero hay que reconocerle varios méritos como ***SPOILER*** el de eliminar el "happy end" de este clásico maravilloso de Ladislao Vajda. La angustiosa parte final de El Juramento (la mejor) es más fiel al espíritu de la novela de Dürrenmatt, en la que la promesa del policía degenera en autodestructiva obsesión. ***FIN DEL SPOILER***. Por cierto, la novela es muy cortita y muy recomendable.

Como en este blog somos muy clásicos, nos quedamos con la versión de Vajda, aunque recomendamos el visionado de ambas.

Disfruten del agobiante expresionismo urbanita trasladado con maestría a los bucólicos bosques suizos. Tengan cuidado con el chocolate suizo y juzguen ustedes mismo si los cuestionables métodos de Matthäi estaban justificados. 


lunes, 27 de agosto de 2012

Hoy es el Cumpleaños de Mi Padre.

Mereces algo mejor después de lo que has hecho
Es una gran decepción
Ya nada tiene sentido...
¡Todos los reyes son necios!

¿Dónde está el honor cuando la promesa es un engaño
y el fuerte se ríe del coraje del débil?
Mi padre puede ser sólo un pingüino
mas me ha enseñado que no hay por qué ser un coloso para ser GRANDE

QUE NO HAY QUE VOLAR PARA SER SUBLIME
MI HÉROE, MI PADRE.


sábado, 25 de agosto de 2012

Canciones de Cine: Στα λιμάνια ανάψανε φωτιές (Un Toque de Canela, 2003).

En la película Un Toque de Canela no hay un toque de azúcar sino media tonelada (más o menos). Esta tragicomedia griega añade a esos 500 kilos de azúcar un poquito de nostalgia, algo de denuncia, algo de Historia, algo de familia, algo de amor, algo de melancolía, muchas recetas culinarias y muchas buenas intenciones. Puede ser una película un poco indigesta para algunos estómagos cínico-cinéfilos. Sale Georges Corraface que es un actor francés con un exótico atractivo físico incuestionable.

He leído  que Un Toque de Canela es el equivalente mediterráneo de Como Agua para Chocolate, pero como no he visto Como Agua para Chocolate no puedo confirmarlo. A mí es que esas analogías entre la Gastronomía y la Vida no me convencen. Creo que es culpa de Forrest Gump y su empalagosa caja de bombones. El resultado de Un Toque de Canela es el de un guiso en el que nada sabe mal pero del que nada sorprende (toma ya, ahora soy yo el que está empleando las analogías ésas que no me convencían).

La banda sonora de la compositora griega Evanthia Reboutsika es muy resultona y esta llena de instrumentos tan exóticos como las facciones de Corraface.

Puede que una canción que se titula Στα λιμάνια ανάψανε φωτιές (léase "Sta Limania Anapsane Foties") resulte, a priori, poco atractiva, pero si les digo que habla metafóricamente sobre el fuego del faro del puerto, que la canta Natassa Theodoridou y que es muy, muy, muy bonita, a lo mejor se deciden a darle al play:

viernes, 24 de agosto de 2012

Casa de tolerancia (L´Apollonide, 2011, Bertrand Bonello). Moralina glamurosa, romanticona, tontorrona y falsaria.


La pregunta que me hice a mí mismo mientras estaba viendo Casa de tolerancia / L´Apollonide fue: "¿para qué co**nes sirve esta película?". La única respuesta que se me ocurrió fue "para ilustrar el ambiente de un puticlub de lujo parisino de finales del XIX". Inmediatamente me asaltó otra cuestión: "¿y a quién coño puede interesarle eso?". Fue mi otro yo el que me respondió: "Vamos a ver.., MrLombreeze.., ¿acaso no es El Árbol de los zuecos (Ermanno Olmi, 1978) una de tus películas favoritas?". "Sí", respondí algo desconcertado. "¿Y de qué va El Árbol de los zuecos?", volvió a preguntarme. "De la vida de unos campesinos lombardos en el siglo XIX". "Y eso, ¿a quién cojones le importa?".  "Me cago en mi otro yo. Ahorta voy a tener que ver la película hasta el final". 

En esto se entretenía mi cerebelo mientras mis ojos contemplaban la insulsa trama de L´Apollonide cuando llegó el epílogo de la película. ¡Ay, caramba!, que resulta que la película viene con moraleja: ¡la prostitución es una cosa mala para las prostitutas y degradante para los clientes y para nuestra sociedad, una sociedad que, un siglo después, sigue tolerando esta lacra!. Se abrieron los cielos. Kill me, please. Tremendo. El responsable de esta frivolidad que tornaría en obscenidad si su ingenua denuncia no diera risa es el director francés Bertrand Bonello.., 



.., un tipo que siempre posa cuando le hacen una foto (si no me creen tecleen "Bertrand  Bonello" en Google Imágenes). Y lo mismo hace en cada una de las escenas de L´ Apollonide, una película que no es sino una sucesión de poses estéticas encadenadas. 

Para mitigar el sopor que produce cualquier pinacoteca monotemática (lo que es L´Apollonide), se mete con calzador una subtrama en la que una de las prostitutas es cruelmente desfigurada con esa barbaridad que nos contó Victor Hugo, que iconizó Paul Leni y que popularizó El Joker: la Bucca Fissa o Eterna sonrisa


¿Es una metáfora sobre la eterna sonrisa que están condenadas a lucir las prostitutas independientemente de la tragedia personal que estén sufriendo en el momento de su humillante exhibición ante la clientela?. Puede ser. ¿Es un homenaje a Sin Perdón?. Lo dudo, aunque el comportamiento fraternal de las prostitutas sea parecido en ambas películas: desamparadamente unidas contra todos los demás. 

Sea como fuere, Bonello elige unas actrices que parecen salidas de alguna película setentera del seudopedófilo David Hamilton y las enclaustra en el reverso tenebroso de un convento de atmósfera viciada. Una maison en la que la excitación que muestra el visitante que busca la sexualidad bizarra contrasta con el monótono laconismo de las meretrices residentes que viven en una casa que parece decorada por algún octogenario ex director artístico de Visconti


Y como las pobrecitas prostitutas están prisioneras en esa casa en la que sus deudas hacen de guardas, y  como cada una de ellas es de su madre y de su padre, pues ya tenemos diferentes puntos de vista de las víctimas del negocio más antiguo del mundo. Las prostitutas de Bonello tienen aptitudes para ser glamurosas modelos o profesoras de filosofía pero, no sabemos por qué misterious ways, han acabado trabajando en un burdel que, al menos, es también glamuroso. Son víctimas inocentes de... no sabemos qué. Pese a todo, son mujeres fuertes. Tampoco sabemos por qué. 

Si Bonello no hubiera incluído un epílogo en el que muestra, muy brevemente, unas imágenes de las putas del París de hoy día, L´Apollonide se hubiera quedado en un casposo ejercicio de estilo con personajes sacados de una opereta costumbrista (con pinceladas de realismo mágico). En una antigualla, en una anacrónica película de época envuelta en una intención de denuncia social de ésas que hacía Mauro Bolognini hace un porrón de años (hagan click en el enlace para comprobarlo). Pero con ese epílogo a lo Callejeros, Bonello se une a esa célebre lista de planos y secuencias inmorales que inició el pedante de Jacques Rivette cuando se metió con el travelling final de la  pobrecita Kapo (1960, Gillo Pontecorvo). 

Así que, una de dos: o Bonello no tiene ni p**a idea de lo que es la prostitución o no tiene ni pu****ra idea de cómo denunciarla. O las dos cosas. 

Pero bueno, es un tema pendiente que tiene el Cine, un arte que todavía no sabe muy bien cómo hablar ni de la prostitución ni del onanismo, porque nadie se va de putas ni se la menea

miércoles, 22 de agosto de 2012

La Vieja Loca y el Ecce Homo. HOY DESVELAMOS TODA LA VERDAD.

Doy gracias a Dios por bendecirme con noticias como ésta que podéis leer aquí. No me merezco menos por lo que estoy sufriendo en este caluroso mes de Agosto: todo el día yendo del aire acondicionado de la oficina al de mi casa y de ahí a la terraza nocturna a tomar una cerveza. Vida de Mártir, sin duda. 

El caso es que una anciana octogenaria de la localidad de Borja (¡¡¡Zaragoza!!!) decidió "restaurar", por su cuenta y riesgo, un deteriorado Ecce Homo que adornaba uno de los muros de la iglesia borjana del Santuario de Misericordia. Seguro que ya lo han visto (si ha sido trending topic y todo, oye) pero yo no me canso de disfrutar de este maravilloso "díptico": 


En estos momentos, lágrimas de descojone, que se perderán como gotas en la lluvia, se deslizan por mis mejillas. Y es que, aunque la destrucción de una obra de arte no es motivo de risa, el resultado de la destrucción sí que da risa. 

Pero lo más apasionante de todo este asunto es la cuestión que plantea: ¿El Ecce Homo ha quedado mejor o peor de lo que estaba?. La pintura original de Elías García Martínez poseía unos méritos artísticos incuestionables, pero el remake de la abuela borjana no carece de cualidades estéticas e históricas que, a saber, son las siguientes: 

1.- Su Jesucristo se parece muchísimo al que aparecía en las ilustraciones de una Biblia Infantil que yo tuve de chiquitín y a Las Caras de Bélmez, que me daban mucho miedo, también de chiquitín.


2.- Es un Jesucristo revisionista. Se cuestiona la existencia de la corona de espinas que, supuestamente, adornaba la testa del Hijo de Dios. Una decisión valiente y comprometida, sin duda. Pero la cosa no acaba aquí. 

3.- El Jesucristo de la abuela lleva pintadas las rayas de los ojos y no lleva barba. Con ello, la abuela borjana nos está queriendo decir, clarísimamente, que Jesucristo fue una mujer. Una teoría que va mucho más allá que las mariconadas de Dan Brown y su Código Da Vinci

4.- El Jesucristo borjano luce lo que parece ser un casco de astronauta y de su boca sale una especie de tubo que, muy posiblemente, sea parte del equipo de respiración que cualquier viajero interplanetario necesita para sobrevivir. 


Y 5.- El Jesucristo borjano no mira al Cielo, como hacía el de García Martínez, sino que nos mira fíjamente a los ojos como retándonos a descubrir el secreto que se oculta tras el que ahora ya no me parece un accidental atentado artístico de una vieja loca borjana sino una de las revelaciones históricas más trascendentales de este siglo. 


No hace falta ser un lince para concluír que, según la abuela de Borja, Jesucristo fue una hembra alienígena

Y yo la creo y la creeré pese a que soy consciente de que esta afirmación me convierte, automáticamente, en el objetivo de las logias masónicas, el Opus Dei, el Vaticano, el club Bilderberg, las Nuevas Generaciones del PP, los Skull & Bones, el Priorato de Sión, la Comunidad del Anillo, el Club de los Cinco Poetas Muertos, el Ku Klux Klan, los Cienciólogos, el Claustro de Profesores del Colegio Hogwarts, los Zombies, los Testigos de Jehová, los de Jarrai/Haika/Segi/ToBeContinued, la Sociedad Thule, el club de fans de El Caballero Oscuro, las Chicas de las Curvas, la Trinitaria, la Camorra, los Yakuza, las Psicofonías, los Cabalísticos, los Mac Genius, los Rosacruz, los Evangelistas, The Dreyer Fans, las Ratas del MacDonalds, los Templarios, el British Film Institute y etc, etc de demás sociedades secretas que NO QUIEREN QUE SE SEPA LA VERDAD. 

Pero si una vieja loca borjana ha tenido los cojones de arriesgar su vida por esta causa, yo, que soy de Zaragoza capital, no voy a ser menos. 

Ya sé que esto puede parecer muy fuerte, pero debemos rendirnos a la evidencia. Sean tan amables de sobreponerse al shock y participen en la encuesta que encontrarán en la columna de su derecha y en la que les preguntamos: "¿Qué Jesucristo les mola más?, ¿el Antes o el Después?". 

martes, 21 de agosto de 2012

Tony Scott (1944-2012). D.E.P.

Los cinéfilos intelectuales odian a los hermanos Scott. Yo no entiendo el por qué, pero es así. No sé si es que no les perdonan lo de su televisivo pasado o el que su indisimulado objetivo artístico no sea otro que el  de fabricar productos de entretenimiento con más o menos calidad (según les pille el día), lo que es un fin noble, sin duda.

Como nadie podrá jamás tumbar a Ridley Scott del pedestal que ocupa en el Olimpo de los dioses del Séptimo Arte (ése que se sustenta en dos pilares del tamaño de Blade Runner y Alien), las críticas más furibundas suelen ir dirigidas contra el cine de su hermano pequeño: Tony Scott, un señor que se ha suicidado a los 68 años tirándose desde lo alto de un puente. Tremendo. D.E.P. Una caída larguísima de más de 100 metros que él hubiera rodado empleando unos 350 planos.


Los medios y la blogosfera están llenos de obituarios para uno de los realizadores que más han hecho por conseguir que yo pagara por una entrada de cine. Aunque todavía no he visto Top Gun y, desafortunadamente, sí he visto mierdas muy grandes de Tony Scott como Revenge, Días de Trueno, Fanático, Domino (aquí se pasó de estilizar la cosa) o Asalto al tren Pelham 123, también he disfrutado de películas muy entretenidas como Marea Roja, El último Boy Scout, Enemigo Público, Spy Game, Dejá Vu o Imparable (esta última es, en mi opinión, una gran lección de montaje de cine). Y, además, he visto dos películas de Tony Scott que son magistrales: Amor a Quemarropa y El Fuego de la Venganza.

Este curriculum merece todos mis respetos, unos respetos que presento a los familiares, amigos y fans del suicida Tony Scott que estará ardiendo ahora en el infierno de los cristianos junto a la mujer del Drácula de Coppola.

Como nosotros gustosamente arderemos con ellos, vamos a dedicarle hoy, a modo de homenaje, esta entrada a Tony Scott, pero no va a ser escuchando el plagio que Hans Zimmer empleó para ilustrar musicalmente una opinión muy personal que nosotros también tenemos de Tony Scott: You´re so cool!.

El motivo musical de hoy es el Dúo de la Flor de la ópera Lakmé (1883) del compositor francés Léo Delibes. Y es que Tony Scott empleó esta maravillosa melodía no en una sino en dos memorables ocasiones (que yo recuerde).

1.- El Ansia (1983). Vampírica película de culto made for estetas and 80s lovers que cuenta con un arranque.., en fin, pueden verlo aquí. Pero había una escenita lésbica de Catherine Deneuve y Susan Sarandon que seguro que muchos recordarán "con cariño":


y 2.- Amor a Quemarropa (1993). Mítico y didáctico monólogo de Dennis Hooper en el que se nos explicaba cómo del amor entre un moro y una rubia siciliana nacía una berenjena


Tremendo.

Y ahora, la versión original del dúo en todo su esplendor:

lunes, 20 de agosto de 2012

Giacomo Puccini. Y a mí que me gusta más que Verdi...

Que nadie se duerma que voy a hablar de Giacomo Puccini (1858-1924), el sucesor de Verdi (1813-1901). Ya saben, Verdi, el que es para los italianos el más grande compositor de ópera de todos los tiempos. Yo, como no soy italiano, sé que el más grande compositor de ópera de todos los tiempos es Richard Wagner (1813-1883) quien, curiosamente, nació el mismo año que Verdi. 

Pero volvamos al gran Puccini (que a mí me gusta más que Verdi). Tras consagrarse con su ópera Manon Lescault (1893), llegó el tibio recibimiento de La Bohéme (1896), luego un  nuevo exitazo, Tosca (1900) y, en 1904, nuestro amigo Puccini estrenó Madama Butterfly, ópera basada en una obra teatral del dramaturgo estadounidense David Belasco.

La historia de esta "dama mariposa" es trágica de narices: Nagasaki, finales del s.XIX. La jovencísima geisha Cio-Cio-San es encandilada por el apuesto oficial de la marina yanki Mr. Pinkerton quien, tras dejarla embarazada, se pira a los USA con la promesa de volver y sin cargo de conciencia alguno porque no sabe nada del asunto. Cio-Cio-San cría al pequeño con ayuda de su criada Suzuki. Pero pasa el tiempo y Pinkerton no regresa. La joven Butterfly, que no pierde nunca la fe en el retorno de su amado, acaba finalmente contando su triste historia al cónsul estadounidense quien informa a Pinkerton del retoño medio nipón que se ha "olvidado" en Nagasaki. Una mañana, el cañón del puerto suena anunciado la llegada de un barco estadounidense en el que viaja Pinkerton que llega con.. su esposa Kate y con... la intención de llevarse a su pequeño. Cio-Cio-San se lo entrega para más tarde cometer suicidio al estilo japonés, o sea, seppuku. 

Pffff. Terrible y trágico culebrón. 

Vamos a escuchar el bello y dulcísimo coro de Madama Butterfly que se canta con la "bocca chiusa", o sea, con la boca cerrada. Hermosísimo fragmento que suena al final del segundo acto en el momento en que Madama Butterfly tras escuchar el cañonazo del puerto, espera la llegada de Pinkerton. Los que cantan con la boca cerrada son los pescadores del puerto de Nagasaki. Y lo hacen así de bien (achtung: es muy emocionante):

jueves, 16 de agosto de 2012

Aragoneses Ilustres: Cuttlas y Calpurnio.

Cuttlas.., ¡¡¡es Cuttlas!!!




Eduardo Pelegrín Martínez de Pisón (1959), alias Calpurnio, es un dibujante zaragozano que tiene nombre de aristócrata. Y, a lo peor, lo es. No conozco su biografía personal tan a fondo como para descartar que posea algún título nobiliario. Si no lo tiene, confieso que yo refrendaría cualquier marquesado que la Corona quisiera ofrecerle porque soy un gran admirador de su creación más famosa: El Bueno de Cuttlas (1983 - actualidad), un cowboy que vive en un Far West con Internet y Extraterrestres que alegra todos mis viernes cada vez que leo la entrega semanal que publica la revista 20 minutos.

Podría yo ahora ponerme a glosar las virtudes emocionales de El Bueno de Cuttlas y a desglosar los detalles artísticos que las hacen posible recurriendo a conceptos como "minimalista", "naíf", etc y tirando de antecedentes histórico-comiqueros. Pero eso no sería nada más que una pose bloguera porque yo de cómic no tengo ni idea. Así que voy a recurrir a uno de esos paralelismos reduccionistas que se me dan tan bien.

Cada una de las mini historietas de El Bueno de Cuttlas (Héroe Gusano) contiene el grado justo de sencillez, humor, sabiduría, 



crítica, sátira, denuncia, metafísica,



filosofía y romanticismo (esta historieta fue impresa y entregada con amor por mi persona a mi esposa quien la imantó, cuidadosamente, en nuestro frigorífico)



que contienen las aforismos más sabios que existen y las versos más románticos que se escriben: o sea, nuestros refranes y las frases que dedicamos, de corazón, en las postales que enviamos a las personas que queremos. Ahí es nada.

No se pierdan las entregas semanales del vaquero más sabio del ciberespacio: El Bueno de Cuttlas.

El toque musical lo ponen hoy los Kraftwerk, el grupo favorito de Cuttlas.

lunes, 13 de agosto de 2012

Los Genios de la Warner.

Según Steven Spielberg, el corto que vamos a ver a continuación es "el cartoon más perfecto jamás realizado": One Froggy evening, dirigido por Chuck Jones en 1955:



Como no podía ser de otra manera (y con nuestros respetos para las factorías Disney y Pixar), estamos ante una de las joyas de los mejores dibujos animados que se han producido jamás: los cortos de la Warner Bros. pertenecientes a sus famosísimas y geniales series Looney Tunes (aka. Fantasías animadas de ayer y de hoy) y Merrie Melodies, producidas entre 1931 y 1969 y que vivieron su edad de oro en las décadas 40 y 50.


Casi todas estas maravillas de unos 7 minutos de duración se las debemos al ramillete de genios que nos orgullecemos en presentaros en el encabezamiento de esta entrada. A saber: 

El productor e impulsor de todo el cotarro Mr. Leon Schlesinger. El director, y creador entre otros del Correcaminos, el Coyote, el "soguiyo" Pepé o Marvin el marciano, Chuck Jones. El director y creador de Bugs Bunny (lo dictaminó un juez en 1944) y el pato Lucas, Tex Avery. El director y creador de Porky, Elmer, Sam Bigotes y el gato Silvestre, Friz Freeleng. Los músicos Carl Stalling y Milt Franklyn (lo que hicieron estos tíos con la música de estos cortormetrajes da para varias entradas). El dibujante de fondos Maurice Noble. El guionista Michael Maltese. Los animadores Robert MacKimson (creador de Speedy Gonzalez, el gallo Claudio y el demonio de Tasmania), Bob Clampett (Piolín), Abe Levitow y Ken Harris. Mención especial para Mel Blanc, el actor que puso voz él solito en su versión original a casi todos estos personajes, y del que nosotros podemos disfrutar ahora a través de los muchos cortos colgados en youtube. 

A nuestro país llegaron las, para mí, excelentísimas voces del doblaje mexicano de Jorge Arvizu "el Tata", y otros como Juan José Hurtado, Quintín Bulnes o Pedro Aguillón.

Por si alguien se lo está preguntado, la única diferencia entre las dos producciones, Looney Tunes y Merrie Melodies, fue básicamente que la primera empleaba como tema de su introducción la melodía "The Merry-Go-Round Broke Down", mientras que Merrie Melodies adaptaba "Merrily We Roll Along", canciones que todos conocemos de memoria.

No me voy a enrollar con la historia y detalles de todos los personajes creados y de sus creadores, porque está mejor contado en la wikipedia (como siempre) y en otras muchas webs dedicadas a estos maestros de la animación del s. XX. Y yo he venido hoy a hablar de mi libro, o sea, a colgar en este blog un montón de maravillosos dibujos de la Warner en sucesivas entradas y os ahorro así el buscarlos en youtube. Traeremos pues todos los dibujos que nos gusten. Incluídos los que encontremos del lado oscuro...

Sí, todo tiene un reverso tenebroso según como se mire. También estos aparentemente inofensivos dibujitos tienen su "lista negra" conocida como los "Censored Eleven", una serie de 11 cortos (de entre 1931 y 1944) que fueron descatalogados por la Warner hace 40 años por contener estereotipos raciales, no muy políticamente correctos, de alemanes, judíos, italianos, negros o japonenes. ¿Los encontraremos por la red para mostrarlos?. Confíemos en que sí. 

Aunque puede que acabe ocurriendo con ellos lo que pasó con Speedy Gonzalez (uno de mis personajes favoritos) que fue retirado en 1999 por la imagen estereotipada que parecía dar de la comunidad mexicana y que tuvo que volver a ser activado en 2002 por petición de... ¡¡¡la comunidad de hispanos en USA!!!, a los que no solamente no molestaba la imagen de S. G. en absoluto, sino que era recordado con mucho cariño. Como decíamos el otro día, algunos se pasan de políticamente correctos.

viernes, 10 de agosto de 2012

Con papel de fumar: Los snickers de Mr T.

Hace cosa de cuatro años el lobby de vigilantes de lo políticamente correcto consiguió que se retirara un anuncio de Mr. T porque lo consideraron homófobo. Decían que ridiculizaba a los gays. 

Veo el anuncio pero yo no veo a un gay, veo a un corredor de marcha atlética. Y la marcha es una durísima  y centenaria disciplina atlética, sin duda, pero no se puede negar que, estéticamente hablando, su belleza puede resultar, cuando menos,.. cuestionada.

Partiendo de esa presunción de "bordando el ridículo" de las pintas que lucen los marchadores, nació esta burla. Ya saben: publicistas, un gremio que suele estar plagado de majaretas.

Vamos a ver el anuncio. A ver qué opinan ustedes.


"Eres una desgracia para la raza humana!". Jajajaja, madre mía, me parece graciosísimo.

Para contextualizar un poco la cosa, vamos a ver otro anuncio que formaba parte de la misma campaña publicitaria que jugaba con el doble sentido de su eslogan "Get Some Nuts" (literlamente "Consigue unas nueces" pero coloquialmente "Vuélvete un poco loco")


Jajajaja, ¡qué bueno también!.

En fin, ¿qué opinan?. ¿Otro claro ejemplo de "nos la estamos cogiendo con papel de fumar"?, ¿o soy un homófobo?.

miércoles, 8 de agosto de 2012

Minutos musicales: La Barcarola de Offenbach

Jacques Offebanch (1819-1880) fue un señor muy divertido. Nació alemán y se nacionalizó francés. Nació judío con el nombre de Isaac Ebers y se convirtió al catolicismo para casarse con una española de 18 años (anda que no sabía). Compuso una opereta (bueno compuso 90 operetas. Bueno, en realidad él inventó la opereta) titulada La bella Helena (1864) que, además de ser un notable punto de encuentro entre la ópera seria francesa y la música de los cabarets parisinos de La Belle Epoque, es una solapada apología del menage a trois entre Agamenón, Paris y Helena

¿Fue o no fue Offenbach todo un fenómeno?.



Para refrescarnos un poco en este largo y cálido verano, vamos a escuchar hoy su celebérrima Barcarola, un tipo de canción inspirada en los ritmos de las melodías que cantaban los gondoleros venecianos (antes gratis y ahora pagando).

La Barcarola de Offenbach suena en su opereta Los cuentos de Hoffmann (1880), una obra que quedó inconclusa al morir el compositor ese mismo año. El argumento de Los cuentos de Hoffmann nos sitúa en una taberna alemana donde jóvenes estudiantes se disponen a escuchar tres cuentos (que equivalen a otros tantos amores) del escritor alemán E.T.A. Hoffmann

En una de las narraciones, la que transcurre en Venecia, se escucha la famosísima barcarola cantada por Giuletta, uno de los amores de Hoffmann: Belle Nuit O Nuit d´Amour ("Escuchad esta belleza. Oh, bella noche de amor... El tiempo huye sin cesar y se lleva nuestras ternuras...")



Por cierto, Jacques Offenbach también "inventó" el can can. Otro día lo cuento. Como no podía ser de otra manera, Offenbach está enterrado en el cementerio de Montmartre de París.

lunes, 6 de agosto de 2012

Grandes Clásicos. La Patrulla perdida (1934, John Ford).

Ten little Soldier boys went out to dine; One choked his little self and then there were nine...



Uno de los primeros éxitos sonoros del mítico director norteamericano John Ford (1894-1973, nacido como Sean Aloysius O’Fearna)  fue La Patrulla Perdida (1934), película que hoy les recomendamos.

Basada en la novela Patrol de Philip MacDonald, la película narra las peripecias de un grupo de legionarios británicos perdido en medio del desierto de Mesopotamia (actual Irak) durante la Primera Guerra Mundial. Cuando el oficial al mando del grupo, único conocedor del destino, posición y misión de la patrulla, es abatido por un francotirador árabe, el Sargento (no sabemos su nombre) asumirá la responsabilidad de conducir a sus hombres a través de las interminables dunas para intentar reencontrarse con su Brigada a orillas del río Tigris.

En el camino, la patrulla encuentra un oasis en medio de ninguna parte que, lejos de significar su salvación, se convertirá en una ratonera donde el grupo de soldados tratará de no perecer ante las mortales balas del invisible, desquiciante y, por momentos, fantasmagórico enemigo árabe. Es el pánico al francotirador que recientemente pudimos experimentar "gracias" a un magistral espisodio de la magistral The Hurt Locker (2008, Kathryn Bigelow).

Este argumento, que puede parecer hoy bastante sencillo y trillado, resultó ser muy moderno hace casi 80 años, pero es que, además, la maestría del gran John Ford consiguió crear una película inclasificable.

Con apariencia de cine bélico, Ford nos ofrece una historia condimentada con toques fantásticos que rozan, por momentos, lo onírico y que dan mucho juego a los amantes de las interprestaciones metafóricas (no es mi caso). La Patrulla Perdida posee un ritmo muy entretenido (la gran virtud de cualquier Arte, diga lo que diga Tarkovski) y una atmósfera asfixiante similar a la de muchas obras del cine de terror. Puede que La Patrulla Perdida sea la película que inauguró el subgénero del "cine de asedio" (no he visto la versión de 1929), así que no se sorprendan si deciden verla y se encuentran con un montón de situaciones que ya hayan visto en otros filmes más recientes.



La Patrulla Perdida cuenta, como aliciente extra, con la imponente presencia de Boris Karloff en el papel del soldado Sanders, un fanático religioso que añade un interesantísimo toque de locura y de pesadilla a la ya de por sí angustiosa y claustrofóbica situación de nuestros protagonistas (¿les suena?, ¿han visto la magistral La Niebla de Frank Darabont?). Sanders es el elemento desintegrador de la mini sociedad que ha florecido, forzosa y espontáneamente, en mitad del desierto.

80 años pasan factura a cualquiera, también a esta película, y reconozco que la música de Max Steiner es, como casi siempre, excesiva, pero seguro que durante sus 70 minutos les vienen a la cabeza unas cuantas películas míticas que a todos nos gustan y que van desde el Alien de Ridley Scott, pasando por Los Siete Samurais de Kurosawa (el que sepa de cine reconocerá el plano de los sables) y llegando hasta el Scarface de Brian de Palma.


A que mola.

viernes, 3 de agosto de 2012

10 Años de... Música de Cine: Los Spiderman de Sam Raimi.

A propósito de varios posts y comentarios cruzados en blogs de amiguetes, traigo hoy a nuestro Mundo Gusano unas pocas notas musicales pertenecientes a las que son, en mi opinión, dos de las (pocas) grandes películas de súper héroes que han dignificado nuestras pantallas; Spiderman y Spiderman 2, ambas dirigidas por un tipo simpático: Sam Raimi.

Las comparaciones son odiosas pero divertidas, y las dos primeras versiones de Raimi contenían  virtudes que la nueva adaptación de Marc Webb (The Amazing Spiderman, 2012) ni siquiera se acerca a olisquear. Mientras Raimi preparó un equilibradísimo cóctel tomando prestados ingredientes que procedían de prácticamente todos los géneros cinematográficos clásicos conocidos (drama, acción, thriller, terror.., incluso casi, casi, el musical en esa vergonzante escena de Spiderman 3 que todos recordamos con horror) y regaló al Séptimo Arte momentos de romanticismo exacerbado



que han quedado grabados en la imaginería popular de los amantes del cine, el director Marc Webb nos ha despachado un trepamuros equivalente a uno de esos cubatas con red bull que se toman los adolescentes de nuestros días para aguantar el Satuday Night. Y todo para contar, otra vez, la misma cosa.

Pero yo tengo cuarenta tacos y los sábados por la noche me entra un sueño que no se pueden ni imaginar, por lo que necesito sobredosis de buen cine para no quedarme frito. Así que me equivoqué ese sábado en el que fui a ver The Amazing Spiderman a las 22.30 hrs de la noche. Los intentos que hacía el protagonista de ponerme a cien cada vez que, incomprensiblemente, se quitaba su máscara, resultaron infructuosos porque el actorcillo Andrew Garfield tiene un careto muy parecido al de la abuela de mi amigo J. y, claro, con esos pensamientos en mi cabeza pues se rompe la magia del cine (a mi mujer no le pregunten porque no le pone ningún tío que pese menos de 85 kgs, ¡dios la bendiga!).

Otro combate desigual fue el que libraron en mi cocorota la mediocre banda sonora compuesta por James Horner para The Amazing Spiderman contra la brillante y espectacular creación de Danny Elfman (quien, por cierto, no es que sea santo de mi devoción) para los Spiderman de Raimi que incluía un leit motiv antológico. Como tiene que ser. Como lucieron, antes que él, el Superman de John Williams y el Batman, también de Danny Elfman.

Recordemos hoy la estupenda banda sonora de Danny Elfman que, al sonar en según que momentos de Spiderman y Spiderman 2, consiguió ponerme los pelos de gallina y la carne de punta. O al revés.

El tema de Spiderman (min. 2:48) combina, con sólo ocho notas, los mismos elementos fatalmente trágicos y heróicos que contiene una de las frases más repetidas de la cultura popular reciente: "Un gran poder conlleva una gran responsabilidad". Amén.

 

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